Actividades, exposiciones y propuestas

Continuando con la línea de sus trabajos anteriores, la artista se integra en el núcleo comunal de los habitantes de esta cultura, y mediante una mirada sesgada consigue construir una narrativa sugerente, de carácter estético, a menudo incompleta o interrumpida, que busca alejarse del documento e invitar al espectador a añadir sus propias disquisiciones sobre las imágenes que contempla.

Para facilitarnos el ejercicio, Magdalena nos ofrece como introducción a esta exposición, una obra que nos ayuda a ponernos en contexto y da paso al resto del recorrido expositivo. Diario es una pieza audiovisual a modo de making of que nos aporta unas breves pinceladas de los acontecimientos que conformaron el devenir diario de la artista y su asistente durante su estancia dentro de la comunidad.

Una serie de fotografías simbólicas de gran formato ponen de manifiesto los pilares externos de la vida comunitaria Suiti. Si, los ritos religiosos y el folklore tienen una presencia evidente en la vida cotidiana y quedan igualmente reflejados con claridad, pero hay una parte de interioridad preparatoria que la artista no ha querido obviar. Es por ello que en la misma pantalla en la que podemos apreciar Diario, nos encontraremos con una invitación a adentrarnos en un ritual mucho más íntimo, no abierto a los demás. Un ritual por el que todas las mujeres Suiti han de pasar alguna vez en su vida y que se erige protagonista de una filmación en vídeo que la artista titula Ceremonia.

Pero, según Magdalena, no quedaría completa la visión de este pueblo, si no se destapase ese aspecto interior de la vida Suiti, tanto en el ámbito meramente doméstico y personal, como el de los espacios comunes. De esta manera la artista dedica un espacio destacado en el recorrido expositivo a este aspecto. Sobre unas paredes cubiertas con un papel pintado vintage, se sitúa una serie de tomas fotográficas que retratan elementos o situaciones que se vuelven constantes en el día Suiti. Una alusión a un tiempo que parece haberse quedado estancado entre las cuatro paredes de los hogares y los espacios comunes. Espacios de soledad y recogimiento interior en contraste con días de cantos y danzas, de risas y sonrisas, de tipismo y solemnidad.

 

Emilio Navarro